Pastores religiosos de Estados Unidos ven al coronavirus como anticipo del fin del mundo
Según una encuesta difundida por LifeWay Research, el 89% de los pastores evangélicos de Estados Unidos dicen que los eventos actuales concuerdan con lo que Jesús dijo que ocurriría antes de que regresase a la tierra
Los pastores evangélicos se pronunciaron acerca del avance del coronavirus en el mundo. Imagen referencial de un neoyorquino con una máscara de protección. (Angela Weiss / AFP).
Denver. Una encuesta difundida por LifeWay Research reveló que casi nueve de diez pastores evangélicos de Estados Unidos piensan que el nuevo coronavirus es un anticipo al fin del mundo.
Según menciona “El Nuevo Herald”, el 89% de los pastores evangélicos dicen que «los eventos actuales concuerdan con lo que Jesús dijo que ocurriría antes de que Él regresase a la tierra”.
La crisis producida por la expasión del coronavirus en nuestros países ha generado una serie de estrategias de comunicación desde las iglesias, con el propósito de mantener el contacto y la interacción con sus fieles en un contexto de construcción de relaciones virtuales, debido a las cuarentenas decretada por las autoridades nacionales. Muchas congregaciones han empezado a desarrollar estrategias creativas usando las plataformas digitales y los medios que operan desde las redes cibernéticas. Con cargo a hacer un análisis posterior de este fenómeno de mediatización de los rituales religiosos, les comparto aquí algunos de los casos:
1) Dado que los rituales presenciales que tradicionalmente organizan las iglesias en ocasión de las celebraciones de la denominada «semana santa, el arzobispado de Lima ha producido este creativo vídeo con la voz en off del Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio.
2) La iglesia Presbiteriana de Valparaiso en Chile, desarrolla una estrategia de publicidad y desarrollo de su servicio dominical a través de su canal de Youtube.
3) La Iglesia Bíblica Emmanuel de Lima ha implementado una estrategia mediática digital en varias plataformas. Este es su culto del 15 de marzo en su canal de Youtube:
y este es un programa en Facebook live, conducido por jóvenes de esta iglesia.
4). La Iglesia Alianza Cristiana del distrito de San Borja, en Lima, ha producido un programa dominical dirigido a ninos.
BEIRUT, Líbano — En tierra, el brote de coronavirus estaba destruyendo vidas, medios de subsistencia y normalidad. Parecía necesaria una bendición que abarcara toda la nación. Así que un sacerdote tomó vuelo en un pequeño avión, empuñando un recipiente sagrado de oro desde una cabina convertida en púlpito.
Antes de su vuelo sobre El Líbano, un soldado en un puesto de control del aeropuerto le preguntó al reverendo Majdi Allawi si tenía un barbijo y gel antibacterial para manos.
“Jesús es mi protección”, dijo el padre Allawi, quien pertenece a la Iglesia Católica Maronita. “Él es mi antibacterial”.
El coronavirus ha cambiado la forma en que se llevan a cabo los servicios religiosos. Dando el Sagrado Sacramento en Costa de Marfil (Patrick Fort/Agence France-Presse — Getty Images).
La religión es el consuelo de primer recurso para miles de millones de personas que luchan contra una pandemia para la que los científicos, los presidentes y el mundo laico, hasta ahora, parecen tener pocas respuestas. Con una escasez tanto de gel antibxacterial como de liderazgo, el temor por el coronavirus ha acercado a los fieles del mundo aún más a la religión y el ritual.
Pero lo que es bueno para el alma no siempre puede ser bueno para el cuerpo.
Hace tiempo que Shamain Webster, quien vive en los suburbios de Dallas, ve las señales de un inminente apocalipsis, tal como el que la Biblia predijo.
“Se levantará reino contra reino”, le enseñó Jesús a sus discípulos en el evangelio de Lucas. Webster ve una amplia división política en este país. Habrá terror y grandes señales del cielo, dijo Jesús. Ella ve cómo se desvanecen los valores bíblicos. Un gobierno que no actúa en el mejor interés de las personas. Y ahora esto, una pandemia.
Pero Webster, una cristiana evangélica de 42 años, no tiene miedo. Ha estado escuchando en línea a uno de sus predicadores favoritos, quien ha dicho que la pandemia del coronavirus es una “restauración divina”. (más…)
In their 1952 book on the social history of tuberculosis, “The White Plague”, sociologists Rene and Jean Dubos described illnesses as dynamics that divided the epochs of human history.
The arrival of the COVID-19 coronavirus as a threat that has the potential to bring the international system to a halt has reminded us once again of the powerful impact diseases can have on civilisation.
First, we must approach the coronavirus’s effect on the international system. That system, which is often regarded as having developed from the Treaty of Westphalia of 1648, is one that takes as its basis the division of the world among nation states with distinct borders.
As with the epidemics that preceded it, borders are no obstacle for the COVID-19 virus. Concepts like the nation or national borders, constructed as they are from cultural codes, are not always explanatory when it comes to biological dynamics that occur in nature.